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martes, 27 de febrero de 2007

Nuevo método para aprender español 2: lo prometido es deuda

Como ya dije, me parece que esta es una cuestión que está cada vez más en auge. Estamos en una sociedad en la que se tiende a etiquetar, a clasificar, pero a la vez a personalizar. Es por ello que, junto a las diversas etiquetas que surgen para denominar a la enseñanza de español como lengua no nativa, tema del que hemos tratado con anterioridad, también comienzan a surgir materiales específicos para cada una de ellas (de las etiquetas, se entiende).
Se ha peleado y se sigue peleando por conseguir que las editoriales saquen al mercado material centrado en la enseñanza de español para inmigrantes, puesto que la mayoría de los materiales de ELE que existen en el mercado no cubren las necesidades existentes por parte de este colectivo.
Los que damos clases en ONG's u otros organismos, asociaciones y centros que ofertan este tipo de formación, sabemos de sobra que no podemos utilizar estos materiales del mismo modo que lo haríamos con otro tipo de usuarios. ¿La solución? De momento adaptar los materiales que tenemos o plantearnos la creación de materiales propios. A veces más que profes parecemos unos locos por las manualidades: copiar, pegar, colorear... sombra aquí, sombra allá....
Resulta curioso que este nuevo mercado esté estancado (quizá las editoriales no ven negocio en él), mientras que otro, probablemente mucho más rentable (yo no estoy tan segura) comienza a dar sus pasos: el de las versiones contextualizadas.
Las editoriales se aventuran ya a ofrecer sus métodos de forma "personalizada", dependiendo de los receptores, de su nacionalidad, su lengua y su cultura.
Por ejemplo, desde la editorial Edelsa ya podemos encontrar una versión inglesa y otra italiana para su Nuevo Ven, una versión brasileña para ECO, versiones italiana, noruega y brasileña para Chicos Chicas, todos ellos métodos contrastivos que no cabe duda de que facilitarán la tarea docente.
Por mi experiencia con los alumnos chinos, puedo afirmar que conocer mínimamente su lengua, sus estructuras y otros aspectos gramaticales, me han ayudado en gran medida a la hora de explicarles por ejemplo los posesivos, las conjugaciones verbales, el uso del artículo, del género y número (el chino carece de estos tres últimos aspectos).
Pero los profesores no podemos conocer todas las leguas nativas o de procedencia de nuestros alumnos, por lo que disponer de materiales que ya aporten ese contraste posiblemente supondrá un beneficio tanto para el docente como para el estudiante de español.
Hasta aquí todo perfecto, pero, ¿de qué me sirven todos estos materiales cuando mi grupo de estudiantes es completamente heterogéneo, donde sólo unos pocos tienen como lengua de contacto el inglés? ¿de qué me sirven en este caso las versiones contextualizadas?

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