Siguiendo con el mismo tema... si ya es a veces difícil motivar a algunos alumnos (retomo esa idea de que sin
Motivación Total no hay motivación) cuando nos enfrentamos a un nuevo curso, después de unas largas vacaciones, se hace pesado retomar la rutina, pero es lo que toca.
Quizá es por ello que muchas veces pecamos de convertir el comienzo del curso en un continuo de actividades lúdicas para que no se haga tan cuesta arriba la vuelta al cole.
¿Pero estamos haciendo las cosas bien?
Sí, claro, estamos haciendo que les/nos sea más llevadero el comienzo... jugando también aprenden, no es nada malo, a todos nos gusta jugar un poco.
¿Seguro?
¿O únicamente estamos haciendo que se malacostumbren a los juegos y ya no quieran hacer otra cosa?
Una vez escuché una conferencia de una profesora, autora de manuales de actividades lúdicas para el ELE que recomendaban los juegos un ratito de la clase, no toda la sesión, una vez por semana.
Esto me recuerda al vino, que es recomendable para la salud, pero siempre y cuando se tome con moderación. O como los medicamentos.
Los juegos en la clase de ELE, ¿con posibles
efectos adversos?
¿Cómo podemos retomar bien un nuevo semestre? ¿alguna
fórmula magistral?