Ayer comencé mi segunda semana de profe en estos lares, y parece que todo sigue marchando a la perfección. Continúo con la impresión de que hay alumnos y alumnas tímidos y tímidas, pero ello no es impedimento alguno para hacer todas las actividades que propongo, es más, como son 30 alumnos, les doy la opción de darme sus "redacciones", corregirlas en casita, y devolverlas al día siguiente a su dueño/a, o, por otro lado, ir leyéndolas una por una en clase.
¿Qué hacen? Eligen sin pensarlo la segunda opción, y además con entusiasmo (también puede que sea debido a que la redacción en cuestión se trataba de un anuncio en una agencia matrimonial, describiendo sus cualidades y aficiones y el tipo de persona/pareja que estaban buscando... ¡el subjuntivo es divertido!).
El caso es que cuando eligen la opción B, el resto de clase programada se me suele ir al traste por falta de tiempo, pero en estos casos, me gusta que sea así, ya que estoy apreciando que pese a esa timidez de la que ellos mismos hablan en su "anuncio", creo que les gusta leer su ejercicio en público porque se sienten orgullosos de su trabajo.
No me gusta demasiado corregir en público, por si alguno se siente mal, así que suelo escuchar atentamente, y si veo algún fallo importante, suelo escribir la frase en la pizarra, y cuando acaba de leer el alumno, explico cómo sería más correcto a toda la clase, y parece que no les disgusta esto, porque todos los estudiantes prestan muchísima atención a la explicación, ya que suelen ser errores comunes en todos ellos. Así que todos aprenden de todos.
Esta semana le ha tocado el turno a Juanes con su "A Dios le pido" (más deseos con subjuntivo, jejeje). Todos los alumnos disponen en clase de un ordenador (sin Internet, claro), pero es una manera diferente de funcionar en la clase, ya que si la profe pone en su ordenador una cancioncita, los alumnos también la pueden escuchar con sus cascos y es algo que me facilita mucho para poder animarme a hacer este tipo de tareas porque no es un aula en la que se escuche muy bien cuando alguien habla.
Me estoy planteando ya más seriamente lo del blog para la clase, como otro elemento de apoyo más. Creo que a lo largo de esta semana comenzaré a buscar lugares en los que se pueda publicar y que no estén censurados para que todos mis alumnos puedan acceder a él.
También tengo que ocuparme más de este y de su hermano pequeño, que los tengo muy abandonados... ¡si es que se me acumulan los deberes!
¡Saludos a todos!
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Nota: Merche, gracias, he leído tu comentario en la entrada anterior. No te preocupes, que resistiremos.
Tal y como lo cuentas, parece una situación casi idílica (interés, motivación, respeto...).
ResponderEliminarOjalá sea así; la profe se lo merece!!!
Te voy a decir lo mismo que le digo a los alumnos: ¡qué pelota!, jajaja.
ResponderEliminarDespués de un mes y pico de clases, siguen el interés, la motivación y el respeto, eso sí, la confianza también ha aparecido en escena silenciosamente, pero está, y se nota porque cada vez se atreven más a preguntar y a expresar sus sentimientos. Eso es algo que me encanta y sobre lo que he hecho muchísimo hincapié, sobre todo durante las primeras clases.