A raiz de los comentarios acerca del juego-test de Leonor en ASPE, me pregunto:
cuando estamos preparando, ideando o maquinando (sí, sí, maquinando, jeje) nuestras sesiones de clase, actividades y ejercicios... ¿en qué nos basamos? ¿cuál es nuestra finalidad y nuestro punto de interés?.
Hablábamos de la similitud entre profes y alumnos: a ambos nos gusta divertirnos y jugar, como ya hemos podido comprobar con el test de ASPE.
El papel o rol de profesor y alumno no están tan alejados como podemos pensar, y mucho menos son papeles antagónicos, sino que en todos los profes hay también un alumno... pero, ¿también a la hora de preparar las sesiones, a la hora de explicar y a la hora de evaluar?.
Todos hablamos muchas veces de la importancia de la empatía en la clase de ELE, ¿pero es siempre algo positivo? ¿es bueno aplicarla en todas estas situaciones?
¿Cuál debe ser la cualidad principal de un profe de ELE? Ya sé que un profe se debería componer de muchas cosas, pero tratad de elegir sólo una, la que penséis que es fundamental.
¡Ánimo, a mojarse con un adjetivo!
¿Sólo uno?
ResponderEliminarHUMANO!!!
Si quieres, podría analizarte la respuesta...
¡Claro, claro que sí! :-)
ResponderEliminarDije sólo uno para entre todos conformar lo que serían las cualidades básicas del profe de ELE, pero por supuesto que se aceptan justificaciones de cada una de las respuestas, ¡y todo lo que queráis!
Un beso
Vale, aunque voy a sonar un poco cursi...
ResponderEliminarPara mí, son características humanas la capacidad de amar y de reflexionar sobre la propia conducta.
El que ama quiere el bien del amado/a sobre sus propios intereses egoístas. Si no perdemos esta capacidad innata del ser humano, ésta regirá nuestra inteligencia, nuestras emociones, nuestras experiencias.
Y el aprendizaje de una lengua es algo sumamente complejo donde influyen multitud de factores anímicos e intelectuales. Si enseñamos cualquier materia, es a otros seres humanos, ¿no? Pues, sabed que el reconocimiento de su esfuerzo, la simpatía sincera y el poder de empatía son mucho más importantes que los títulos académicos y los posgrados que podamos acumular!
Nos capacitarán para aprender jugando con el niño, sentir las necesidades del inmigrante, compartir las inquietudes del intelectual, hacerle un guiño a la rebeldía del adolescente y, en general, para sacar fuerzas de flaquezas!
Podría seguir, pero no me aguanto!!!
¡Olé ella! jajaja. Con sólo un adjetivo, el de HUMANO, ya me has dicho unos cuantos, jejeje.
ResponderEliminarClaro, claro, si lo vemos de ese modo, dentro del adjetivo "humano" aplicado a la actitud del profe, ya entran también en juego otros conceptos, como muy bien dices, como los de empatía, reconocimiento, generosidad, y yo creo que también incluiría el de PACIENCIA.
HUMANO, pues, ha resultado ser un "metadjetivo", una especie de hiperónimo, vamos.
¡Si es que todo está relacionado con todo!
Leonor, gracias por tu participación.
... ¿alguien más se anima a colaborar en nuestra incansante búsqueda?
Saludos :-)
Ay, Amparo! Esto es el más difícil todavía. Después de lo dicho por Leonor es complicado añadir algo. No vamos a encontrar un adjetivo que lo englobe todo. A Lenor no le falta razón con lo de HUMANO. Lo cierto es que los profesores y los alumnos, desde mi punto de vista, no somos dos polos opuestos. Todos vamos a clase a aprender y a enseñar. ¿Es qué nadie ha aprendido nada de sus alumnos? Yo sí, multitud de cosas todos los días ;). Unas veces son formas de ver el mundo; otras veces son sus estrategias y otras veces, tus prejuicios, etc. En fin, para no repetirme e inspirándome en mi experiencia o en mis intereses, te aporto el adjetivo calificativo de: REFLEXIVO.
ResponderEliminarAhora, le dejo el testigo a alguna otra alma caritativa que le apetezca aportar su adjetivo. ¡Ánimo!
Un abrazo
Gracias, gracias. Es muy interesante también el adjetivo REFLEXIVO, ya que no hay un patrón común ni una idea homogénea de lo que significa reflexionar. Porque... ¿qué es reflexionar para ti? ¿cómo reflexionas tú?.
ResponderEliminar¡Ah!, por otro lado, me gustaría comentar algo más sobre lo que aprendo sobre mis alumnos, y es, además de todo lo dicho por ti, a REFLEXIONAR sobre la lengua (siguiendo con la reflexión, como ves, jeje).
¿Por qué? Pues porque me hacen muchas preguntas sobre las que no me había parado ni a pensar, me dan ejemplos que desmontan mil y una teorías, y porque me transmiten sus reflexiones constantemente, haciéndolas un poquito más mías también.
Es verdad, a veces te quedas ojiplática con las preguntas de los alumnos. ¡Ay! Te obligan a intentar tener respuesta para todo :). Besos
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