Hace poco tiempo escuché (más bien leí) por parte de una profe de ELE que a ella no le gusta llamar estudiantes a sus, valga la redundancia, estudiantes, sino que prefiere el término "participantes". También es verdad que utilizaba este título al hacer referencia a las personas que se reunían en los rincones de español que ella organiza.
El tema de los términos que solemos emplear en los ámbitos del ELE sería muy discutible y debatible, y del que me gustaría hacer una pequeña referencia en esta entrada.
Comenzando con el ELE, ¿qué significa ELE? Parece básico, pero aún hay muchos filólogos que lo desconocen.
Nos movemos en estos últimos tiempos entre las siglas y los acrónimos: parece más "chic" y más vendible eso de acortar; marcas de ropa, como Mango, que ahora prefiere eso de MNG, o nuestra querida RAE (Real Academia de la Lengua Española), recortes que en teoría tienen -en palabras de Susie Q-
"la intención de simplificar el lenguaje, (pero que) muchas veces consiguen el
efecto contrario, es decir, provocan que sea más difícil entender
las frases."
Pues bien, comencemos a simplificar (de)simplificando:
ELE -> Español como Lengua Extranjera
Partiendo de este punto descifremos más siglas:
EL/2 -> Español como Segunda Lengua
EL/1 -> Español como Primera Lengua
¿Cuántas denominaciones diferentes hay para esa ELE? ¡Infinitas!
Español como Lengua Extranjera (ELE)
Español como Segunda Lengua (EL/2)
Español como Lengua No Materna
Español como Nueva Lengua (término acuñado por el Instituto Cervantes, centrado en los inmigrantes)
Español como Lengua de Instrucción (ELI) (Villalba y Hernández, 2004a)
Español, lengua de convivencia (por La Casa Encendida)
... tantas realidades hay como términos, ¿deberíamos plantearnos, pues, un cambio en nuestras denominaciones para hacerlas más exactas o tomamos el genérico ELE?
Estudiantes, aprendices, aprendientes, alumnos, participantes... ¿qué tenéis en vuestras clases?
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